Prevenir enfermedades, la alimentación cómo balanza de salud

Motivos por los que vegetarianizar tu dieta

 

Creo que antes de empezar a exponer porque deberías de equilibrar tu balanza alimenticia me veo en la necesidad de explicar algunos términos que ha día de hoy muchas personas siguen confundiendo de manera garrafal.


Con vegetarianizar la dieta no me refiero a que te hagas vegetariana si no a que compenses tu alimentación introduciendo en ella muchos más alimentos del reino vegetal



Un vegetariano no es un vegano: ya sabéis que estoy en contra de las etiquetas y para mi estos son términos obsoletos porque la alimentación debería de ser personalizada, adaptada,  flexible y evolutiva. Pero veo tanta confusión en esto que para los que quieran tener claras las etiquetas más habituales vamos a explicarlas un poco:


–        Vegetariano: come alimentos del reino vegetal. Evita el consumo de alimentos de origen animal, pero no rechaza todo lo que procede de los animales (miel, lácteos, huevos…). Y aquí es donde entra todo el abanico de corrientes vegetarianas que se oyen por ahí. Desde mi punto de vista es  rizar el rizo y un poco absurdo querer diseccionarlo todo tanto pero bueno, al final para entendernos necesitamos nombres, asique vamos a ver algunas de las “etiquetas más habituales”.


      •      Ovovegetariano: come alimentos del reino vegetal + huevos

      •      Ovolactovetariano: alimentos del reino vegetal + huevos + lácteos

      •      Piscivegetariano: reino vegetal + pescado, mariscos – bivalvos

    •      Flexivegetariano: principalmente come vegetariano y ocasionalmente permite algunas salvedades no solo con el pescado, sino también con la carne.
     

    –        Vegano: exclusivamente alimentos de origen vegetal, no consume, ni utiliza nada que proceda de animales.

        •     Crudivegano: va un poco más allá que el vegano y utiliza técnicas de preparación de alimentos donde no se superan los 42ºC.


      Espero que después de esta pequeña exposición os hayan quedado un poco más claros estos dos principales términos.

       

      ¿Por qué invertir nuestra balanza entonces?


      No existe un tipo de alimentación que sea la mejor, ni la más adecuada para absolutamente todo el mundo. Pero sí que se ha visto en rasgos generales que una alimentación en la que abundan los alimentos del reino vegetal es muy beneficiosa para la salud a corto y largo plazo ya que contribuye a prevenir muchas enfermedades.

      Las culturas más longevas del planeta (zonas azules) cuentan como base alimenticia con alimentos vegetales, después cada una tiene matices, pero todas tienen en común, los alimentos vegetales de temporada, los germinados y fermentados. Y algunas más específicas como las algas, pescados casi crudos, semillas y bayas.

      Otra característica en común, es la elaboración propia de todo lo que consumen.

      Si te das cuenta es algo muy acorde a lo que son los principios básicos de una dieta mediterránea (un poco más pura) en la que abundan los alimentos del reino vegetal de temporada, los crudos y la elaboración casera. En la que carnes y pescados son un % pequeño de la dieta y siempre acompañados de alimentos vegetales. Los productos fermentados como el kéfir, yogur o pan de masa madre también son aceptados en parte de estas culturas como en la alimentación mediterránea. Por lo que si estás pensando en una transición gradual esta sería una buena opción para empezar.


      Después obviamente todo es adaptable y mejorable según tus criterios, para mí por ejemplo desde un punto de vista naturista sería de lo más adecuado activar y germinar todas las semillas y granos antes de consumirlos, incluso tal vez hasta para elaborar algunas harinas, no consumir lácteos de forma diaria si no han sido fermentados antes y dando prioridad a los de cabra (aunque aquí sigo teniendo mis reservas al respecto, pero creo que de consumirlos es la mejor forma de hacerlo), no hacer ciertas combinaciones de alimentos que resultan muy pesadas a nivel digestivo y por supuestísimo incluir de manera rotunda periodos de semi-ayuno y ayuno.

      Estás cosas ya las incluyen en algunas culturas pero no las tenemos como muy integradas en lo que la mayoría de la gente considera como “dieta mediterránea” por lo que no está de más  mencionarlas.

      La verdad que el concepto de “vida mediterránea” es muy interesante, tiene muy buenos valores como el aspecto social y familiar de la comida y el ejercicio físico. Es una pena que se esté confundiendo y desvirtuando con el ritmo de vida actual y sobre todo perdiendo gran parte de él, limitándolo solo al aspecto de la alimentación.


      Hoy en día podemos tener todo lo bueno del presente con toda la sabiduría del pasado,

      deberíamos de esforzarnos por encontrar un punto de equilibrio entre ambos.

       

       

      ¿Qué es lo que pasa físicamente?


      Bueno creo que aquí tengo poco que explicar, la imagen cuenta bastante, obviamente no somos ni carnívoros, ni herbívoros….

      –        Los carnívoros poseen intestinos cortos y ácidos potentes para digerir rápido la proteína animal, en nosotros tiene mucho más camino que recorrer y  tiempo de digestión, lo que hace que se produzcan putrefacciones.

      –        Los herbívoros tienen intestinos muy largos, algunas especies hasta varios estómagos para poder romper la celulosa, nosotros no podemos hacerlo y eso puede generar fermentaciones.



      Pero nuestro sistema digestivo si que tiende más a parecerse a uno que a otro. ¿Seremos más frugívoros…? He leído que los primates que comen fruta, a diferencia de los que solo consumen hojas, tienen un 25% más de tejido cerebral ¿Interesante no? Pero hay muchas otras diferencias antropológicas que siguen apuntando al ser humano como un animal omnívoro al igual que los chimpancés, primate con el que tenemos más en común.


      Sea como fuere el debate está servido y tú debes de sacar tus propias conclusiones. Pero lo que sí están arrojando los estudios científicos  y que es lo que nos concierne a nosotros en este artículo, es que para nosotros una dieta en la que abundan los alimentos del reino vegetal nos proporciona un envejecimiento más saludable y con mayor calidad de vida.  Estos son algunos de los beneficios que podemos conseguir:


      –        Reduce el riesgo de enfermedades coronarias, diabetes o cáncer

      –        Reducen las tasas de incidencia del deterioro cognitivo como en el alzhéimer

      –        Contribuyen a mantenernos en un peso adecuado

      –        Mejoran la retención de líquidos

      –        Ayudan a controlar la hipertensión y el colesterol

      –        Mejoran las enfermedades respiratorias

      –        Reduce el riesgo de padecer depresión y contribuye a su mejora una vez establecida

      –        Ayuda a controlar la labilidad emocional

      –       Optimiza el estado de la salud ósea y muscular


      Estos solo son algunos ya que como efecto dominó vendrían muchos más y sus ventajas, desde luego que los beneficios son para replantearse nuestra alimentación, no debemos esperar a envejecer para cuidarnos a base de parches temporales, si no construir un estilo de vida que puedas compartir y disfrutar desde ya mismo por la repercusión que tendría en tu vida tanto a corto como a largo plazo. Si tienes dudas sobre cómo hacer una transición hacia una alimentación más saludable te doy pautas para realizar cambios de forma correcta en el taller come sano. Es fundamental que nos responsabilicemos de nuestro autocuidado y en ello cumple un papel central nuestra alimentación.

       

       

      Referencias:

      Las dietas vegetales promueven un envejecimiento saludable

      Alimentos vegetales versus alimentos animales y riesgo cardiovascular 

      Intolerancias y colesterol leche de vaca versus bebidas vegetales

      Verónica Garzón

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