¿POR QUÉ DECIDÍ DEDICARME A LA NATUROPATÍA?
Desde pequeña me han interesado las técnicas de salud que se denominan como “alternativas”, tuve contacto con el mundo natural relativamente temprano por casualidad o causalidad, ¿Quién sabe? Fuera como fuese me enganchó y desde entonces no me he podido separar de él.
Tuve un primer aviso que obvié. Unos años más tarde llegó otro más fuerte y ahí ya no pude mirar para otro lado. Así es que a los 14 años empecé a aprender de forma autodidacta, investigando, leyendo y releyendo libros prestados, hasta que inevitablemente acabe haciendo mi propia biblioteca.
Mi curiosidad sobre la naturopatía y sus técnicas era una bola que no paraba de rodar y cada vez se hacia más grande (Si estás en este camino, sabes de lo que hablo, una cosa te lleva a la otra y la otra a la siguiente…)
Vamos que estaba visto… en cuanto pude me formé en Naturopatía y Masaje (ESTP), además de estudiar otras técnicas de Terapias Energéticas, Flores de Bach, Cosmética Natural y finalmente un Máster en Nutrición y Cocina Vegetariana 70% Cruda (Escuela de cocina de Ana Moreno, Niveles I Y II).
Estos conocimientos cada vez me acercaban más a creer en el trasfondo emocional de las enfermedades e inclinaciones del ser humano y al deseo de encontrar una verdad y equilibrio entre CUERPO, MENTE Y ALMA. Por ello seguí formándome en kinesiología (Instituto Europeo de Kinesiología Unificada) y posteriormente me capacité como terapeuta de LNT (La Nueva Terapia bajo el Método SCHWIDERSKI).
Simultáneamente a mis estudios, fui adquiriendo experiencia en herboristerías, consultas, spa y también mi propio espacio de difusión natural y tienda de cosmética ecológica. Todos han formado parte de mi aprendizaje personal para poder enfrentar cada nueva etapa con más fuerza que la anterior.
Cuando estás en este “mundillo” enseguida te das cuenta de que es un camino largo y muchas veces doloroso, es un camino de transformación en el que enfrentarse a las sombras de uno mismo, la mayoría de las veces no es nada divertido. Pero si necesario porque cada vez que lo haces sales más reforzado, te sientes más libre y más cerca de ti mismo.
Por eso, si estás leyendo estas líneas aplaudo por nosotros, no todo el mundo es capaz de hacer eso, hay que ser valiente para adentrarse en los abismos de uno mismo.
En mi caso, mi transición ha sido progresiva a lo largo de los años, con sus altos y sus bajos. Pasando por distintas inquietudes y terapias y con un cambio gradual de alimentación hacia un estilo mediterráneo con criterio naturopático, dando mucho peso a los alimentos de la tierra, incorporando avances y rescatando técnicas de alto valor para la salud que siempre se han utilizado y que hoy tenemos olvidadas.
Todos esos cambios me han permitido experimentar, analizar y evaluar la transformación que ha sufrido mi cuerpo y yo misma, tanto a nivel físico como mental y emocional.
La verdad es que me resistía a pensar que la única solución a mis problemas y dolores se reducía a tomar la pastilla “x” y la píldora “Y”, pensaba.., tiene que haber algo más… otra solución que no pase por “la medicación y el padecimiento crónico”. Supongo que cada persona tiene que encontrar la respuesta que mejor se adapte a ella misma en cada momento. Mi inquietud me llevo a encontrar la mía a través de la NATUROPATÍA (que por cierto, significa “El correcto sendero de la naturaleza”).
Más que una respuesta, la naturopatía, es una filosofía de vida en la que acabas comprendiendo que si ya no es suficiente con lo que “traemos de serie”, encima tenemos que combatir con que no empeore nuestra situación a causa de todo lo que nos ponemos encima, con alimentos y cremas que nos contaminan, con emociones tóxicas que nos anulan y con una destrucción del medio ambiente que nos ahoga.
Por eso quiero mostrarte parte de este mundo natural, que a mi me ha servido para encontrarme mejor, estar más feliz, armónica y sentirme más a gusto conmigo misma.