Desde la visión naturopática y kinesiológica no se estudian enfermedades, se estudia como potenciar y reequilibrar la salud, lo que se conoce como SALUTOGÉNESIS.

Por eso no nos centramos en el concepto de enfermedades, si no, de enfermos. Es decir, se considera a la enfermedad como una crisis en la que el organismo está tratando de defenderse de aquello que le perjudica, buscando cualquier modo de eliminar la “TOXEMIA” (Sea de la naturaleza que sea), ya que por el cauce natural no está pudiendo hacerlo.

Esa toxemia o memoria psico-energética que se ha acumulado, ha producido un desequilibrio en una zona concreta de tu organismo, de acuerdo a la debilidad de tu constitución particular.
De tal manera que una misma enfermedad en dos personas, puede tener orígenes distintos, al estar condicionada por tu propio terreno y tus factores epigenéticos (entorno, pensamiento y estilo de vida…)

La intervención naturopática con kinesiología busca, desde una actitud de respeto a los tiempos y prioridades de la persona, ayudar a compensar sus desbalances haciendo un abordaje de los mismos totalmente personalizado, por medio de técnicas sencillas, suaves y no invasivas. Facilitando así que la propia persona al verse liberada de los factores estresantes de desequilibrio, pueda acceder a sus mecanismos internos de reparación, recuperación y restructuración de la salud.

Por este motivo cualquier persona puede beneficiarse de estas terapias integrativas. Ya que no se centran en la “etiqueta de la enfermedad” si no en el origen particular que ha desencadenado tu desequilibrio, realizando un abordaje personalizado para que puedas recuperar el equilibrio perdido en mayor o menor medida. Pero siempre aliviando síntomas y ganando calidad de vida.