Nuestro mejor espejo. Reflejando tu interior
La piel es el órgano más grande que tenemos y también nuestro reflejo interno. Sí. La gran mayoría de los problemas cutáneos desde un acné, hasta manchas e incluso dermatitis… están hablándonos del interior de nuestro cuerpo.
“Nuestros órganos son unos chivatos y su lienzo es nuestra piel”
Su protección y cuidado externo es básico pero su salud interna es indispensable y a menudo es en la que menos hincapié hacemos. No olvidéis nunca esa famosa frase “SOMOS LO QUE COMEMOS” y podríamos añadir también que sentimos según pensamos y pensamos según comemos. Y por supuesto las emociones no expresadas también buscan la salida que nosotros no les ofrecemos, en ocasiones a través de nuestra piel.
La alimentación es como un sol central sobre el que todo gira
Cuando nuestros órganos excretores que son los encargados de limpiar nuestro cuerpo (como pulmones, riñones, hígado, piel ) se sobresaturan debido a nuestra alimentación, estilo de vida, emociones atascadas y todo tipo de contaminantes, necesitan librarse de esa sobrecarga. Una de las alternativas que tienen es excretando por la piel los residuos dañinos y putrefactos, ahí es donde aparecen granos, manchas, rojeces… y de más incomodidades que nos preocupan tanto.
Lo cuál se agrava aun más cuando a causa de los químicos que nos ponemos encima, los poros de nuestra piel están taponados y esa fina, invisible y peligrosa película de plástico cubre toda nuestra piel, ahogándola e impidiéndole realizar sus funciones correctamente.
Sábias que…;
Una piel sana debe excretar más de 350gr de residuos al día. ¿Qué pasa con esos residuos si los poros de salida están obstruidos? Pues que esos residuos se acumulan en nuestros tejidos produciendo irritaciones e inflamaciones |
Debemos cuidar nuestra piel:
-
Desde el interior: con una buena hidratación y alimentación. Somos un 70% agua y la mayoría de nuestras funciones vitales necesitan de ese agua para realizarse correctamente. Mantente hidratado, mantente sano.
-
Desde el exterior: con una limpieza correcta que además incluya exfoliación (para ayudar a eliminar las células muertas) y una correcta hidratación con productos libres de ingredientes que pueden suponer un peligro para nuestra salud tanto a corto como a largo plazo.
¿Qué nos dice la piel a nivel psicosomático?
Cómo ya apuntaba antes, nuestra piel es un gran lienzo de proyección, es el mayor órgano de nuestro cuerpo y cómo tal tiene mucho que decir de nosotros mismos. Esto es así porque el origen embrionario es común tanto para el sistema nervioso como para la piel y la afectación de uno se refleja en el otro al compartir el mismo entorno bioquímico.
Cuando una emoción negativa te impacta profundamente, tu piel puede reaccionar de forma intensa a través de problemas dermatológicos (Urticaria, dermatitis, psoriasis, picor, alopecia…)
La piel nos habla de la valoración que tenemos de nosotros mismos hacia el exterior, es decir relacionadas con el amor, el amor hacia nosotros mismos, hacia los que nos rodean y las relaciones que tenemos con ellos, como nos sentimos y nos hacen sentir. En resumen como nos vemos y sentimos nosotros ante el mundo, es nuestra herramienta inconsciente para que no se acerquen a nosotros, para poner barreras o para “hacernos invisibles”… nos habla de las carencias de nuestro interior, de deficiencias nutricionales tanto físicas como emocionales.
Algunas causas que pueden favorecer esa somatización son las siguientes:
– Hipersensibilidad o inseguridad personal para gestionar situaciones y canalizar emociones
– Estrés, ansiedad, miedos o depresión mantenidos
– Hábitos nocivos como el alcohol que afectan tanto a órganos internos como al sistema nervioso
– Introversión y dificultad para entablar o expresarse en las relaciones sociales
¿Porqué es tan importante para la hidratación de la piel nuestro cuidado interno?
La respuesta la podéis ver en esta imagen claramente;
Las cremas suelen actuar en la primera capa, los serum base acuosa pueden llegar hasta la segunda, los serum base oleosa pueden alcanzar la tercera, pero de ahí para abajo la hidratación es cosa nuestra.
*Si tienes la piel seca, estas utilizando una crema tipo cera o manteca (que son más grasas) y aun así tu piel la absorbe al momento y vuelves a notar la piel seca y con tendencia a agrietarse. Es muy probable que te falte hidratación interna. Necesitas beber más agua y comer más alimentos vegetales y a poder ser en estado crudo ya que siguen manteniendo el agua fisiológica del alimento, nutrientes y vitaminas. Si hay una zona en la que eso se convierte en algo recurrente o difícil de solucionar hay muchas posibilidades de que sea una manifestación psicosomática y tu cuerpo te lo esté intentando comunicar.
Hábitos sencillos y saludables que puedes incorporar en tu día a día:
1) Bebé más AGUA, si no estás acostumbrado empieza poco a poco (recuerda que todos los cambios deben de ser graduales) , puedes utilizar la medida de un vaso (250ml aproximadamente), para contabilizar el agua que bebes a lo largo del día.
2) Un vaso de agua en ayunas por las mañanas, está sencilla costumbre te ayuda a limpiar el tracto digestivo después del ayuno nocturno y a eliminar las tóxinas acumuladas, incluso si el agua está tibia puede venirte bien para ir al baño.
3) La mejor temperatura para tomar agua es del tiempo, debes tomarla a lo largo del día NO DURANTE LAS COMIDAS (especialmente si tienes malas digestiones)
4) Incorpora a tu dieta más vegetales y frutas crudos, la forma más sencilla de empezar es añadiendo a tus comidas ensalas, incluso pueden ser tu plato principal algún día, una gran ensalada bien completa y variada. Otra de las formas más sencillas son los licuados o batidos de frutas y verduras (para hacer una jarra necesitas bastante cantidad, y si son de procedencia ecológica, por la cantidad y la calidad del producto, te aseguras de que tienes un buen aporte de nutrientes y vitaminas).
5) Limpia tu cuerpo tanto por dentro como por fuera;
-
Haz una exfoliación y aplicate mascarilla de arcilla al menos una vez a la semana (así eliminamos las celulas muertas para que la piel no se engrose y tapone y extraemos la “toxi-suciedad” superficial.
-
Tu cuerpo por dentro también necesita limpieza y descanso, puedes darle un respiro un día a la semana haciendo un “semi-ayuno”, lo puedes hacer tomando durante todo el día el mismo licuado o
comiendo durante todo el día la misma fruta, si nunca has hecho ninguno te recomiendo que empieces por la monodieta de fruta y como sustitución de una de las comidas, más adelante ya puedes plantearte hacerlo el día entero. (Por ejemplo comiendo todas las manzanas que necesites durante un día), así facilitas la digestión y el cuerpo puede invertir más energía en limpiarse, regenerarse y reponerse. -
1 o 2 veces al año puedes ir un poco más allá y hacer una depuración guiada, esto te ayudará a eliminar más tóxinas de forma general y de un modo controlado sin efectos secundarios agresivos y desagradables. Una depuración es como un reset en nuestro organísmo, una puesta a punto, de la que después de cada depuración sales más renovado que la anterior, este tipo de práctica influye tanto a nivel físico, mental, emocional como espiritual. Puedes ver mis programas disponbles aquí
Receta sencilla de licuado depurativo:
Más sencillo todabía (este no lo utilices como sustitutivo de la comida, sino como bebida durante el día, ayudará a tu sistema circulatorio y linfático): – Agua con zumo de limón. (Empieza añadiendo medio limón a 1L de agua, según te vayas acostumbrando al sabor puedes ir añadiendo mitades al litro de agua hasta un máximo de 2 limones) |
***¡OJO! Que nos conocemos, aquí no vale añadir azúcar, ni en una ni en otra***
“La causa última de la enfermedad humana reside en la transgresión de las leyes universales de la naturaleza”
Paracelso
Verónica Garzón
2 comentarios
Gracias por la información, empezaré a realizar una vez a la semana la depuración que propones…tanto interior como exterior… ya te contaré los resultados!!