Me duele y no me gusta haberme alejado estos meses de mi jardín, pero a veces hay que hacer cosas que nos desagradan porque son totalmente necesarias para cuidarnos e intentar sanarnos, la idea es que ese tiempo actué cómo un bálsamo reparador para nuestra alma.
Pido perdón a todos los que piensan que me fuí sin sobre aviso, tan solo con un comunicado de última hora explicando brevemente que el período de la tienda llegaba su fín (Nueva etapa). Eso me carcome muchas veces, pero en ocasiones las cosas llegan sin avisar y hay que tomar decisiones rápidas porque la vida no espera, el momento es el que se te presenta y lo tomas o lo dejas.
En este año y medio me han pasado muchas cosas, algunas muy buenas y otras muy dolorosas y estoy necesitando mi tiempo para reencontrarme en medio de todas ellas. Como muchos sabéis he bajado el rítmo para poder adaptarme a mi nueva vida; encajar el día a día familiar, trabajo, estudios, embarazo, hormonas locas, emocionas revueltas, la llegada de mi ranita… y cosas que se quedan en el tintero.
Durante este tiempo, aunque lento, he seguido dando pequeños pasitos según mi ánimo me lo ha permitido, ya conocéis como reza “sin prisa, pero sin pausa”
Fruto de estos pequeños pasitos, aparecieron y están apareciendo tímidos bosquejos de lo que esperamos sean próximos proyectos. Hace ya poco más de un año, que uno de esos bocetos quiso nacer a la sombra de un río en las montañas bercianas y que tristemente tuvimos que posponer porque nuevamente la vida decidió que ese no era el momento para nosotras. Han pasado ya muchos días y muchas horas desde aquel día y todas hemos tenido que lidiar con nuestras sombras y curar nuestras heridas. Este letargo nos está permitiendo preparar las cosas con calma, descubrir nuevos caminos e intentar colocar la mejor pieza de cada una en este rompecabezas.
Ya me he desahogado un poquito 🙂 no os cuento más… Ojalá que en Septiembre tengamos alguna noticia que daros.
Solo me resta dar las gracias a todos los compañeros de profesión y amigos de dentro y fuera de la familia que me han y me están acompañando en mi proceso y a los que me escucháis y leéis por vuestra paciencia
Verónica Garzón